El complejo habitacional jamás se concluyó. Pasaron 23 años desde la firma del proyecto. Además, varios desencuentros entre dirigentes de la comuna y provinciales. Los vecinos piden que todo el arco político se acerque al barrio
(Por Leo Baldo)
El proyecto del Barrio Agumín arranca con el gobierno radical de Mariano Grau. El expediente para la construcción de este barrio nace en el año 2000 debido al gran déficit habitacional que tiene la población de 25 de Mayo (sobre 25000 habitantes más de 5.000 familias no tenían casa propia en ese entonces. Podemos hablar entre un 30 y 40 por ciento. Algo que hoy se mantiene). El convenio para la construcción de este barrio, se firmó en el año 2001 en tres etapas de 70 viviendas cada una. Para acceder a las viviendas pedían los siguientes requisitos: Familia constituida y recibo de sueldo que superara un cierto monto de dinero para asegurar el pago de las cuotas posteriores (no se tienen cifras precisas). La familia con más hijos tenía más prioridad.
Las primeras 70 comenzaron en diciembre 2008 y se entregaron en su totalidad en agosto del año 2010. Estando aprobadas las tres etapas por los organismos estatales y habiéndose establecido que una vez finalizada la primera etapa se comenzará la segunda, se produce un segundo y gran parate casi interminable, ya que la obra es detenida en el año 2010 por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires conducido por el exgobernador Daniel Scioli.
Para ese entonces, en nuestra ciudad gobernaba la intendenta Victoria Borrego. “Los vecinos nunca encontramos respuestas, e incluso en el momento de la entrega de las primeras 70 viviendas se omitieron muchos de los requisitos solicitados. Es decir, aquellas familias que estaban con prioridades en el listado por sorteo, quedaron afuera, a la espera de una nueva oportunidad”, relatan algunas personas que viven en el complejo.
En el año 2011, la obra es incluida para ser financiada por el Gobierno Nacional en el “Programa Reactivación” (previsto para obras no comenzadas o de bajo grado de avance), en el mismo se incluyeron veintidós obras siendo ejecutadas solo tres. Siguen avanzando los años y la segunda etapa del Barrio Agumin se decide repartir ahora en dos etapas de 40 viviendas cada una.
Viendo esta situación y que la misma podría darse de baja, un grupo de vecinos autoconvocados empiezan a trabajar. La estrategia consistía en reunirse todos los sábados y delinear actividades para luchar por su techo. Lo hicieron durante dos años. En ese momento gobernaba Scioli en provincia de Bs As.
Los vecinos realizaron cadenas masivas de e-mails a las dependencias del Instituto de la Vivienda, llamaron y visitaron a todos los concejales de los distintos bloques partidarios locales y diputados de la Séptima Sección Electoral, logrando notas de adhesión y proyectos de resolución hasta de la propia Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Además, instalaron diferentes notas periodísticas para visibilizar el gran problema.
Lo instalaron tanto en la agenda que Daniel Scioli, a través del fallecido ex Ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, firma la continuidad del proyecto habitacional en 25 de Mayo y en otras pocas localidades.
Ahí arrancan con la segunda etapa. Solamente querían hacer 20 viviendas. Los vecinos continuaron en lucha y desde la cartera provincial comunicaron que harían 40. Es que había pasado tanto tiempo que muchos de los beneficiarios que estaban anotados devolvieron los terrenos a cambio del dinero.
Cuando Scioli se retira entra la ex gobernadora María Eugenia Vidal y en lo local lo hace el actual intendente Hernán Ralinqueo. Cambia el arco político, desde la gobernación, deciden continuar con la lucha de los vecinos, concluir las 40 viviendas. Ahora siguen construyendo para terminar con el resto de las etapas. Hay 150. Faltarían, para completar lo que se inició en el 2001, 60 viviendas más, pero hasta ahora, de terminar esa tercera etapa, nadie sabe dónde se hará. Se desconocen los terrenos.
Pero eso no es todo. Los vecinos que actualmente viven en el Agumín se han visto afectados por la falta de agua y por la falta de nivelación de calles y desagües pluviales. “Es noticia conocida- dicen los habitantes del Agumín-es el reclamo de ya hace más de 3 años a la gestión del actual gobernador Axel Kicillof y al intendente Ralinqueo”. Sucede que los vecinos entraron a un barrio en el cual no había nada proyectado. Las cloacas se hicieron después al igual que la instalación de la luminaria.
El Agumín, ante el gran problema del agua en 25 de Mayo, es uno de los lugares más afectados. “Lo están tratando de solucionar desde la actual gestión, pero todavía no hay nada en concreto, solo parches. La solución sería la instalación de nuevos pozos de agua corriente que fueron anunciados en tres oportunidades por esta administración y que nunca llegan.”, indican los vecinos.
Por otra parte, los vecinos han vuelto a la carga con notas formales por el tema de los desagües pluviales ya que nada se ha realizado, solamente se asfaltó la entrada a otro barrio que se proyecta en su cercanía (frente al cementerio municipal), y se publicitó como asfalto en el Barrio Agumín. Vecinos nuevamente indignados, “es una tomada de pelos”, sentenciaron.
El lugar en el que viven muchos veintinciqueños, es ignorado por toda la dirigencia política. “Los políticos no se acercan a charlar con nosotros”, relatan los vecinos. “Solo vienen si los vamos a visitar y cuando sale una nota o un video en el que mostramos que no hay agua o que se inundó”.
“Hemos peleado por un barrio para muchos vecinos, donde se pueda vivir en condiciones dignas, reclamamos condiciones básicas, derechos mínimos de cualquier ser humano, logramos cerrar un basural a cielo abierto que tenía décadas contaminado, logramos tener cloacas y algo de luz en las calles. Ahora hace años que estamos con casi nula presión de agua potable durante los veranos, tenemos serios problemas de desagües pluviales y accesibilidad a nuestros hogares, no existen las señalizaciones, ni los mantenimientos de calles, porque las obras nunca se hicieron, desde que se firmaron los convenios”, ampliaron los vecinos.
Eso habla de la anomia, del desinterés. De algo que debe interpelarnos. Compromiso. Seguramente es responsabilidad de muchas personas, hasta de la quien escribe este artículo.
Mientras tanto, el Agumín todavía es una histórica deuda del Estado Municipal y Provincial.
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