El sábado 29 de noviembre, el nadador bragadense Gastón Faccio escribió otra página de esfuerzo y pasión en las aguas abiertas: 48 kilómetros de la mítica Santa Fe – Coronda. Nadó en solitario, acompañado por su hidratador, guía y fiscal, mientras sus compañeros —Isolde Bachman, Caro Cuatromo, Ignacio Negroni e Ignacio Chelia, su entrenador— competían en postas como equipo. Todos entrenaron y viajaron juntos, compartiendo meses de preparación y cada brazada en la pileta, pero al momento de la competencia, cada uno siguió su propio camino en el río.
“Hace seis meses que comparto la pileta con amigos que también van y otros que no. Cinco días a la semana hacemos doble turno; cuando no estoy nadando, estoy pensando que tengo que ir luego o mañana. Mi cable a tierra es entrenar, dedicarle tiempo. La Santa Fe – Coronda la venimos nadando cada día, en cada brazada, en cada charla. Nunca fui a Santa Fe, pero en mi cabeza hace seis meses que estoy ahí. El 29.11 será un día mágico, no importa si hay sol o viento: se nada y punto”, contaba Gastón antes de la competencia, mostrando que cada brazada había sido practicada mucho antes de tocar el río.
Al final, en los últimos metros sobre la avenida de llegada, sintió el aliento cercano de su entrenador: “Escucho a mi lado, a 30 cm: ‘¡Vamos guacho!’, ‘¡Dale guacho!’. Era mi profe: meta y meta. Se dejó todo, pero todo”.
Más que una carrera, fue la culminación de meses de entrenamiento, disciplina y camaradería: entrenaron y viajaron juntos, cada uno con su rol; cada brazada de Gastón, un triunfo solista, pero nacido del esfuerzo colectivo. La Santa Fe – Coronda quedó así grabada en la memoria de todos, entre sudor, agua y pasión compartida.
