Ingeniero Andrés Pulero: “La rentabilidad de la cosecha es un desastre”

Tras una entrevista que realizamos, el profesional que trabaja para la firma La Bragadense estima que no se sabe que pasará en la próxima campaña de siembra debido a la incertidumbre económica por la que pasa el país. Además, indicó que el dólar soja hace que se erosione el “negocio agrícola”

(Por Leo y Rubén Baldo)

Andrés Pulero, es ingeniero agrónomo de profesión (MP 695). Tiene 45 años, reside en 25 de Mayo y hace casi 17 años que trabaja para la firma La Bragadense SA. En esta entrevista que le concedió a 25 se Informa, habla de diversos temas: Sequía, rindes actuales, dólar soja y próximas campañas en nuestro distrito.

“El impacto de la sequía en los rindes fue grandísimo e histórico. Asistimos a una sequía jamás vista. Desde que se tienen registros al día de la fecha, es la peor”, cuenta desde el otro lado del teléfono.

En este sentido, manifiesta que “las estimaciones que hacíamos en la cosecha, que eran de 2000 ó 2500 kg, no fueron alcanzadas. Lamentablemente le erramos un montón y dimos con lotes sorpresa de la mitad de lo que estimábamos.”

El ingeniero Pulero revela que “hubo mucha variabilidad de acuerdo con la historia del lote, si venía con algún cultivo anterior que le había sacado el agua que tenía, o no. Un ejemplo es de los productores que hicieron cultivo de servicio, barbechos o fueron lotes bajos. Es decir, cuando las condiciones se dieron el rendimiento pudo llegar a unos 2000 ó 2500 kg”, afirma.

En tanto, informa que, en la zona del partido que linda con 9 de Julio (suroeste), hubo rindes de hasta 3000 kg, “pero fue un oasis”. “El resto fue todo un desastre y se obtuvieron rendimientos mucho menores. El promedio de este año no sé en cuanto irá a terminar, pero estará entre los 1200 ó 1500 kilos, pero es una hipótesis, debido a que todavía están cosechando y no concluyó la campaña”, estima.

Es que los techos, según Andrés, fueron esos: de 2000 a 2500 kg. “La normal de los lotes rindió 1700. En el norte del partido, en donde la seca pegó más, hay lotes de 1000 y de 500 kg. Además, existen lotes que no se cosechan o no se paga la cosecha porque da 0”, detalla con precisión.

Andrés Pulero

RENTABILIDAD EN KILOS POR HECTÁREA

En esta línea indica: “El productor a 500 kg por hectárea no tiene rentabilidad. Calculemos que, para una cosecha, al productor le cuesta alrededor de 200, 250 kilos de soja. Una vez que se vende debe descontarle los costos de comercialización, con lo cual, 500 kilos son el umbral para saber si se cosecha o no se cosecha. Es decir, -levanto algo para pagar la cosecha- y además para que le quede algo. La rentabilidad de la cosecha es un desastre”.

Respecto de la campaña pasada, con insumos y labores, describe que se invirtieron, como mínimo, 350 y, como máximo, 430 dólares por hectárea, con lo cual muestra una situación de quebranto. “A la mayoría de los productores les fue mal. En todos los casos perdieron plata”, sentencia el ingeniero agrónomo.

DÓLAR SOJA

En relación al dólar soja dijo que se trata de una tentación, “pero la realidad es que en la situación en la que se encuentra hoy el productor, con una sequía extrema, que ni siquiera va a pagar los costos de producción por la inversión que hizo, y contando que se paga un 35 % de impuesto a las ganancias, contando que se paga un 33 % de retenciones respecto de la soja; si se suma todo eso y, comparado con lo que debería percibir el productor, no es nada”, dice.

Pulero considera que dicha moneda “es un estímulo para alentarlo a vender, pero el desdoblamiento cambiario le destruye la posibilidad de producir dignamente al productor”.

Asimismo, considera que la inversión del productor, si se lo ve desde el punto de vista empresarial, se trata de 400 dólares por hectárea. “No poder percibir el valor de la soja en el dólar que corresponde produce una erosión tremenda en el negocio agrícola”.

En este sentido, agrega: “Y no le estamos sumando el riesgo climático y las trabas que se ponen desde el país”. “El productor tiene una dignidad terrible y avanza, pero el dólar soja es algo que no ayuda al productor agropecuario a la hora de compensar. Es que este dólar soja, con relación a los anteriores, supone mucho menos ingreso para el sector en términos relativos con los dólares soja anteriores”, diferencia.

LO QUE VIENE

Respecto de la próxima campaña, Pulero anunció que, en cuanto a trigo, soja, maíz, “la pasada fue muy difícil”. Las compara. “Es que la anterior enfrentó una gran sequía y la presente es extrema, con lo cual no habrá ni stock ni buena calidad. Lo estándares de calidad van a bajar. Será una campaña muy difícil”, dice.

Cuenta que el principal inconveniente se debe a que no hay agua en los perfiles: “Hasta ahora no llovió nada”, relata. “Al no llover no se puede sembrar nada. Y si seguimos así, lo mismo pasará con los cultivos de gruesa. El principal problema es el agua. Al no haber agua, nada se puede sembrar. Si llueve, algo de semilla de trigo habrá. En las zonas que fueron afectadas por la sequía, pasará lo inverso. En cuanto a la semilla de soja, que se va a usar el año que viene, fue muy afectada por los permanentes golpes de calor. Será magra la disponibilidad y mala en cuanto a calidad”.

Del mismo modo, indica que para el caso de la semilla de maíz es diferente, “bajará la cantidad disponible y no la calidad, porque éste se produce bajo riego y tiene otro tipo de producción con lo cual habrá una merma en el stock”.

“La disponibilidad de esos lotes estará caída debido a que será indispensable el agua de lluvia. El riego es suplementario, el agua de lluvia es imprescindible”, refuerza.

“El productor en la próxima campaña va a tener que diversificar la paleta productiva luego de las lluvias y sembrar un poco de todo y comprar con cierta ventana de tiempo para lograr tener disponibilidad de semillas para la campaña entrante”, advierte Pulero.

En relación a la intención de siembra comentó que los márgenes de maíz, trigo y soja, “más o menos dan; el que menos da es el margen de girasol, pero al existir esta situación de sequía el girasol es el que mejor soporta este estrés climático y el productor opta por él. Más que nada lo hace para diversificar un poco. Ahí puede ganar”, explica.

Al finalizar la nota, el ingeniero agrónomo Andrés Pulero, remarca:” En un año como este, en donde hay sequía, en donde habrá elecciones y en el que no se sabe qué vas a pasar desde todo punto de vista, es difícil estimar que hará el productor en la próxima temporada, pero si cualquiera de las variables estimulan al productor será el primero en trabajar ya que su ADN son la nobleza y el empuje”.

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