El Consejo Asesor del Plan Maestro del Salado, que preside Alberto Larrañaga, reclamó con firmeza la reactivación total de las obras del Tramo IV.2 del dragado, reanudadas hace casi dos meses en uno de sus subtramos, pero aún paralizadas en los otros dos segmentos de 10 km cada uno, que conforman esa etapa de 30 km totales, desde Ernestina a la ruta nacional 205, considerada un cuello de botella en medio de los 400 km ya dragados en el río.
“No es el mar. Es el Salado. Tramo IV.2 paralizado. Valoramos la reanudación de las obras, pero es una reactivación solo parcial. Por responsabilidad y solidaridad con los condenados a estar tapados por el agua, exigimos reanudación plena”, afirmó Larrañaga, representante de CARBAP en el Consejo Asesor, en un mensaje publicado en X, dirigido al ministro de Economía, Luis Caputo.
El Consejo Asesor del Salado, integrado también por CONINAGRO, FAA, SRA y la UIA, viene reclamando al Gobierno nacional la reactivación inmediata y simultánea de las tres etapas del tramo IV.2, destacando que la paralización afecta gravemente a zonas aledañas de Roque Pérez, 25 de Mayo, Lobos y Navarro y condena a numerosos productores a permanecer tapados por el agua.
Por esta razón, el Consejo Asesor viene de mantener reuniones con la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, área bajo la tutela del ministro Caputo, así como de realizar otras numerosas gestiones y también un reclamo itinerante por localidades de la cuenca del Salado.
Además, desde el Consejo se cuestiona la falta de transparencia en la contabilización y ejecución de los recursos del Fideicomiso de Infraestructura Hídrica, conocido como Fondo Hídrico Nacional, creado en su momento para atender los requerimientos del Plan Maestro.
Los montos acumulados en este fideicomiso hídrico superarían los 190 mil millones de pesos, “que están durmiendo la siesta en colocaciones financieras en el Banco Nación, que es el ente fiduciario, mientras las obras se paralizan por deudas que no llegan al 20 por ciento de esa cifra. Esto no resiste el menor análisis, es inexplicable e inaceptable”, denunció Larrañaga.
Desde el sector agropecuario advierten que, de no retomarse plenamente las obras, no se cumplirá con los plazos comprometidos de un año de ejecución para completar el tramo y continuarán los permanentes riesgos de inundación en esas zonas críticas del río, afectando no solo la producción regional, sino al motor agroindustrial que sostiene buena parte de la economía nacional.
