Según la Sociedad Rural Argentina (SRA), en los últimos 20 años el vecino país sacó una fuerte ventaja en soja y carnes, entre otros productos
El campo volverá a visibilizar el próximo martes, en la autopista Rosario-Buenos Aires y ruta 90, altura de Villa Constitución, los reclamos por problemáticas que no solo considera irresueltas, sino que se han potenciado con la sequía. Allí aparecen desde pedidos por un alivio en la carga impositiva y ayuda crediticia para quienes tendrán dificultades de reponerse tras el evento climático, ya que las medidas del Gobierno son catalogadas como insuficientes, hasta otros temas más de fondo: el peso de las retenciones y la brecha cambiaria que distorsiona el negocio de producir y que se transforma en una cancha inclinada para los productores.
La asamblea citada para ese lugar, que tuvo su puntapié inicial con una movida de Federación Agraria Argentina (FAA), que terminó sumando al resto de las entidades, se da además en un contexto complejo en el plano internacional y local. Afuera, la continuidad de la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia, entre otros factores. Adentro, un año electoral, una grieta que se ensancha, una macroeconomía donde los funcionarios buscan cómo tapar agujeros más que en soluciones de raíz y, para completar el cuadro, casos de gripe aviar que generan alerta y atención en la producción avícola por si lograra expandirse al ámbito comercial.