25 de Mayo de 1810, tejido vivo

El profesor de historia Emmanuel Sánchez Hidalgo, en exclusiva, para 25 se Informa, nos convida esta interesante columna de opinión sobre la fecha patria

Ya doscientos trece años de aquel día que cambiará para siempre el transcurso de esta nación criolla, mestiza y multifacética que es nuestra querida Argentina en constante cambio y sujeta a los conciertos ejecutados en el extranjero de ayer y de hoy.

Hacia 1810 llegó el cenit de la crisis de legitimidad del gobierno central español como consecuencias de las invasiones napoleónicas y la famosa “farsa de Bayona” donde es capturado Fernando VII, Rey legítimo de España y sus territorios ultramarinos, como estas tierras a más de diez mil kilómetros de distancia. Distancias que eran mucho más largas que hoy en día, distancias navegables de varios meses, así como las comunicaciones y noticias que llegaban de todos los lugares influyentes del mundo.

El lugar que nos ocupa hoy, nuestro “25 de Mayo” es, repensar todo el tiempo la historia, las influencias, las tramas y los intereses de la época. No pocos esos intereses, insisto, de grupos o intentos de conciliar ciertas ideas, nada queda ajeno al tiempo, nada lo borra. Esas intenciones comerciales, políticas, sí políticas como acto de pertenecer, de ser, de bregar por un futuro mejor colectivo y, ojo individual también, forjaron la dirigencia de aquel entonces, legado imborrable e infinito en nuestra historia nacional.

Ahora bien, que nos hace pensar que los sucesos de mayo o mejor dicho el proceso revolucionario queda solamente reducido a un grupo de tipos con ganas de hacer lío porque si. Siempre se relató o habló sobre los héroes patrios sin una sola objeción de sus procederes, o más bien sin una mancha siquiera de maldad, recuerdos escolares, de todos seguramente. Sin embargo, es fructífero mencionar ciertos comportamientos locuaces que los hacen más brillantes y humanos. Ejemplo de ello es la apertura del Cabildo del 22 de Mayo de 1810, en donde se movieron bancos de la catedral y otros conventos hacia el mismo para dar lugar a los citados y cabildantes, así como nuestro bien conocidos French y Beruti que andaban armados presionando a la gente y consiguiendo chocolate caliente y vino de manera generosa para los avatares de ese día, gran movida política de entonces. Los cuarteles esperando las órdenes de entrar y deponer al Virrey Baltasar Hidalgo de

Cisneros, sucesor del francés Santiago de Liniers, marino español con mucha experiencia con muy mala suerte, todo candente esa jornada.

No obstante, el mundo entero estaba expectante, sobre todo las naves apostadas en la rada del Río de la Plata cuyas banderas eran las Británicas y las Estadounidenses esperando las resoluciones de los juntistas. Mencionar esto es importante ya que dentro de los “revolucionarios” existían los comerciantes con intereses fuera de la corona española, esas naves estaban llenas de productos para intercambiar, la valiosa mercancía anglosajona esperaba ansiosa cortar los antiguos lazos con la metrópoli. Los efectos colaterales de las guerras napoleónicas, dio el encuadre justo para cambiar la coyuntura de 1810. Los británicos grandes estrategas al no poder conquistar estas tierras en dos oportunidades, cambiaron de plan y apoyaron la gesta independentista, no solo la nuestra, sino las de el resto de Latinoamérica. El traslado de la corona lusitana al imperio del Brasil les vino anillo al dedo, ya que podrían operar con cercanías al Río de la Plata, cuya influencia quedó asentada en Montevideo de ahí en adelante.

El 25 fue un hervidero, pero sin una sola bala. La revolución gestada tiempo atrás estaba en marcha, nuestro Don Cornelio Saavedra líder del regimiento de Patricios como cabeza del nuevo gobierno, Mariano Moreno ideólogo con su plan de operaciones, líder indiscutido desde lo filosófico y político, un revolucionario de ley, nuestro Rousseau. Manuel Belgrano, abogado y militar posterior, un fisiócrata, el creador de nuestra amada bandera, así como Juan Jose Castelli, primo y amigo de Belgrano, abogado y gran orador tildado de “subversivo” por sus planteos contra la corona…a modo de citar unos pocos patriotas importantes sin olvidarme de los demás, así como los eclesiásticos que también impartieron sus posturas y fueron determinantes en las decisiones finales.

El primer gobierno patrio fue de coalición, moderado, de transición tratando de comulgar las ideas por un fin común. Generalmente, sirve para una salida más o menos pacífica frente a una crisis, pero a la larga aparecen las tensiones internas y sus dificultades inevitables, esto ya es tratamiento de otro capítulo de nuestra historia.

Lo expuesto es un llamado a la reflexión para todos los actores de nuestra sociedad. La misma que integramos todos, somos un tejido vivo en constantes transformaciones de toda índole, y suponemos lo estático como efectivo. Dicho de otra manera, debemos ser conscientes de los actos políticos, de los factores

económicos, de nuestra forma de producción y, nuestras relaciones sociales y culturales que nos conforma como un todo único e inseparable. Somos un organismo vivo en el cual todos tenemos una función social específica que trasciende más allá de nuestras individualidades y depende de cada uno de nosotros mejorarnos día a día para mejorar nuestro “tejido vivo”, es decir, nuestra Patria. ¡Viva la Revolución de Mayo, Viva la Patria y la Nación Argentina.!

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