El nadador de aguas frías que varias veces cruzó el Canal de Beagle e impulsor de lo que se conoce como NAF (Natación Aguas Frías), nos acerca esta hermosa nota sobre una disciplina o deporte que cada vez convoca a más personas y que, si nos remontamos años atrás, es ancestral. Camilo destaca la importancia de la seguridad y el nado colectivo. La columna, acá abajo.
(Por Camilo López)
Lo primero que una persona se tiene que plantear cuando va a ir por primera vez a nadar en aguas frías, es “¿por qué quiero hacer esto?”
Reconozco que a veces ese impulso es inexplicable, y las respuestas pueden tardar mucho tiempo en ir apareciendo. Pero es importante ir haciendo ese ejercicio, porque al intentar buscar ese por qué, vas descubriendo belleza y alegría.
El agua fría mueve muchas cosas dentro y fuera de uno. Nos saca de nuestra zona de confort como ninguna otra cosa. Nos hace descubrir nuestras propias capacidades, esa potencia escondida en el ADN que nos enciende a nuestra máxima capacidad.
Nos conecta con la Naturaleza de una manera super directa, en contacto con todo nuestro cuerpo, la sentimos en cada centímetro cuadrado de la piel, nos cala hasta los huesos y la única alternativa que nos deja es abrirnos y aceptarlo.
Transforma nuestra mirada y en vez de hostilidad vemos belleza, en vez de querer protegernos queremos ser parte. Ya el Frío y los paisajes blancos se convierten en patios de juegos para los NAF (Nadadores de Aguas Frías)
Y una vez que la belleza disipa ese velo sabemos que para que la felicidad sea completa debe tener dos elementos fundamentales. Debe tener Seguridad y debe ser Compartida.
La Seguridad en el agua nos dá tranquilidad. Queremos hacer una actividad que nos traiga alegría, no angustia y temor. Para desplegar nuestro potencial uno tiene que tener la tranquilidad que lo que está haciendo no es una imprudencia. Nadie quiere salir lastimado o no salir.
Y el compartir forma parte de esta búsqueda de seguridad y tranquilidad, ya que estar acompañado hace que la seguridad se potencie. Pero lo que se potencia y, de manera exponencial, es la felicidad de compartir la belleza de ese momento, con otras personas.
La NAF es Nado Social, es encontrar la felicidad en el logro ajeno y hacerla propia, y compartir un poco de esa felicidad propia para que otro más siga haciendo crecer esa hermosa bola de nieve.
Y como que al editor o cronista le gusta la poesía, he tratado de ponerle todo el perfume que tengo a estas palabras. Espero que la disfruten y sirvan para sus propias reflexiones. Tanto la palabra, como la natación, es compartida. Ese es el sentido.
El cronista:
Gracias Camilo. Solamente dejaré un texto que sé que te gusta y en el que intento evocar al más grande nadador de aguas abiertas que tuvimos.
Antonio “La Boya” Abertondo
Puso en práctica el sueño de Candioti
nadó 80 y 48 minutos
y unió Rosario con Buenos Aires
sobrehumano nadador tapa del Gráfico
“Toro del Paraná”, “La Boya Humana”
un monstruo marino.
Primero en el mundo que cruzó el Canal de la Mancha…
en 43 horas y 10 minutos, de costado
estilo over
el tempestuoso canal terminó siendo un inocuo pedazo de pan de molde. Lo cruzó tres veces más…
sus itinerarios superaron lo inconcebible
Dicen, era “un monje cartujo”.
No tomaba alcohol, no fumaba, y nadaba cada día en el río y en las cuatro estaciones dominarlo le demandaba una ampulosa comunión
, pero no sacrificio
Ungió su cuerpo en lanolina para calmar el frío
Se hizo orilla
y canción del flaco
“Doscientos años (Una parola)”
Cantó el acuariano
Abertondo se entregó a las aguas abiertas
sin trajes de neopreno
entre torbellinos engullendo ceibales
y galernas en el desierto de agua europeo
matices de mundo sensible
barcos hundidos, peces, soledad
¿Qué nos quisiste decir con tus proezas, Antonio?
Su cuerpo hablaba, estimo
Pero decodificaron
otra cosa
quienes no supieron de libertad
cuando desde los aviones taparon toda laguna
En el pulso del Río Paraná encontró en sus brazos
los versos de los charruás
y
vio
haciendo apnea a esos endriagos que describe Borges
Aéreo en el agua reunió las voces de los náufragos de la segunda guerra
en dirección hacia Dover
Con la corriente en contra
se supo siempre a favor
sin andariveles
bosquejó sus propias coordenadas
con la embarcación a su lado
mientras las gaviotas bailaban
por arriba
acompañándolo
Dijo alguna vez que la clave de sus hazañas fueron la música (zambas, cuecas y polcas)
y el aliento de sus acompañantes.
Fue la comida.
Consumió frutas, caldos, mate cocido, pollo, jamón, y algo más sólido y caliente.
¿Qué nos quisiste decir con tus proezas, Antonio?
Su cuerpo hablaba, estimo
Pero decodificaron
otra cosa
quienes no supieron de libertad
y desde aviones lo largaron en lo seco
Antonio Abertondo, “el gordito”
rompió con los estereotipos a los que se atan quienes defienden a la salud desde la superficie
, porque quienes nadamos en las grandes gotas que dejaste
, nos sabemos tullidos y mojados
, pero no imposibles
y avanzamos
¿Esto último nos quisiste decir con tus proezas, querido Antonio Abertondo?
Autor: Leo Baldo. Cronista y nadador de aguas frías
Dejar un Comentario
Debes haber iniciado sesión para comentar en este post.