Ayer los veintincinqueños dimos con una triste noticia, falleció Juan Manuel Villafañe. Deportista transplantado que representó a nuestro país. Las despedidas en las redes y las muestras de amor hacia él, abundaron. Es que no podía ser de otra manera. Juan estaba más allá de todo. Superándose a diario luego del trasplante de riñón a sus 18 años de edad
(Por Leo Baldo, un admirador de Juan)
Juan, no tuve mucho tiempo de conversar en una mesa con vos, si con tu viejo, quien te donó ese órgano que llevaste hasta tus 49 años, acá, en la tierra.
Recuerdo que eras, junto a Mariano Laffaye, el nadador que precedías a nuestras categorías. Nueve años menos que vos y te veía. Dejaste el rastro en el agua para nosotros.
Luego me enteré, nos enteramos, de tu trasplante y seguiste superándote. Estoico Juan, corazón enorme. Para mí y para muchos siempre fuiste inspiración y te lo agradezco.
Nunca dejaste de apoyarnos en las redes cada vez que, desde el amateurismo, fuimos a nadar a mar o río. Escribo tarde. Me interesa hacerlo así. No hay palabras.
Ayer, vía Dialogos 25, Fernando Almirón, escribía lo siguiente:
Con el fallecimiento del vecino Juan Manuel Villafañe, se cierra una etapa de un luchador por la vida.
“Su padre, Carlos Villafañe, le donó el riñón cuando tenía apenas 18 años, para vivir por unas tres décadas trasplantado, para desarrollar una historia llena de fortaleza plena a pesar de su problema de salud. Practicó deportes, participó de torneos argentinos y sudamericanos, incluida las Olimpiadas de trasplantados en representación de Argentina. Dedicado al rubro de los seguros, Juan Manuel estuvo casado con Betiana Hernandez y era papá de Agustín. Tenía 49 años, cumplía sus 50 en julio próximo. Vecinos e instituciones #veinticinqueñas hicieron llegar las condolencias, más la Asociación Deportistas Trasplantados de Argentina (ADETRA), de la que era socio y colaborador”.
Descansá en paz, Juan. Gracias por promover la vida y eso de seguir adelante.
Un gran abrazo a toda tu familia. Y dejo este poema de José de Arias Martínez
No es la muerte quien mata las almas Nadie muere por ser enterrado El recuerdo y el alma no mueren Sólo muere quien es olvidado Si tu vida fue recta y valiosa Si has amado con toda tu alma Si has sembrado el camino de huellas Has escrito una historia sagrada No te importe morir algún día Ese día tu cuerpo habrá muerto Nunca muere quien supo vivir Y ha dejado en la tierra un recuerdo Si has escrito una historia de vida Si has dejado en los rostros sonrisas Si has sembrado tus campos de flores No te importe partir algún día Sólo teme la muerte si tu alma Se olvidó de vivir cada día Si dejó ya de amar y soñar Y se fué sin saber qué quería Sólo teme la muerte si llegas Hasta el fin con las manos vacías Si no has dado de ti lo más noble Sin saber el por qué de esta vida Si tu vida ha valido la pena Quedará tu recuerdo grabado Para siempre por siempre en la mente De los hombres que un día has amado No es la muerte quien mata las almas Sólo muere quien es olvidado
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