Cuento breve: Arsénico necesitaba tenerla siempre a su lado

Cuento de amor, con todo lo que resume ese gran significante (palabra), escrito por Cecilia Stella. Disfrutalo.

(Por Cecilia Stella)

Arsénico González, no había sido deseado por sus padres. Fue un embarazo casual y esa sensación genética le cubría la piel y lo hacía irascible con la vida.

Había elegido a esa mujer por su personalidad vital. Angustias Romero era el condimento justo, para una vida insípida. Ella lo sobreprotegía y le daba el calor necesario para hacerlo feliz.

Arsénico González, desconocía esas actitudes femeninas y disfrutaba con recelo; un día ese amor encendió en el vientre de Angustias, la llegada del hijo le hizo pensar en la posibilidad de perder todo terreno afectivo de Angustias.

Cuando en septiembre nació el hijo; Angustias cantaba canciones de cuna; noviembre la sorprendió entre sábanas blancas y reposo absoluto. Vivian en un pueblo voraz, con mujeres y hombres, escultores de la farsa y la impunidad, Angustias, a pesar de su nombre, lucía vida. Diciembre sacudió a Angustias, perfumó su piel, y se despojó de antiguos atuendos, abrazada a los calores del verano que entibiaban su fragilidad, se vistió de hembra para Arsénico, agudizó sus sentidos y desparramó felicidad. Arsénico no soportó ese cambio y enfermó de depresión severa.

Angustias Romero fue marchitándose de preocupación, de a poco perdió su belleza, su cuerpo hermoso de hembra; Dios es sabio decían las mujeres del lugar, porque cuando Angustias comenzó su enfermedad Arsénico se recuperó y estaba feliz de cuidarla.

*La ilustración, pintura, también corresponde a la escritora.

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