Dr Javier Frydman: “Amamantar de forma segura, es prolongar la vida”

En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, charlamos con el neonatólogo y psiquiatra que trabaja en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega de la ciudad de Moreno. Una entrevista que tiene como base la prevención y la información respecto de la salud pública.

(Por Leo Baldo)

El Dr Javier Daniel Frydman, matrícula provincial 55419, es médico neonatólogo y psiquiatra. En la actualidad ejerce las dos especialidades. Se recibió en la UBA en el año 1994 y desde ahí realizó prácticas de pediatría en el Hospital Casa Cuna y en la neo del reconocido Hospital de Clínicas. Además, dio el curso superior en el Colegio Médico 3 de Morón y tiene el diploma emitido por el Ministerio de Salud de la Nación. Cuenta con un gran capital cultural: psiquiatría infanto juvenil, terapia gestáltica y cursos de farmacología. Como pacientes, un amplio rango etario, desde niños hasta adultos.

Desde el año 1999 trabaja en el área de neonatología del Hospital Mariano y Luciano de la Vega de la ciudad de Moreno. Se trata de uno de los distritos más vulnerados del Conurbano bonaerense “Hay madres con problemas de consumo, madres desnutridas. El tejido social, se puede decir, es mucho más complicado que en otros lugares”, relata Frydman. “Desde el hospital le damos mucha importancia al eje salud pública”.

Del 1 al 7 de agosto , se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la OMS ha publicado “Amamantar es más fácil cuando el lugar de trabajo ofrece apoyo para la lactancia o para la extracción de la leche”. Ese es el lema.

“Empieza en Italia y fue tomado por países. Actualmente somos alrededor de 135 en el mundo”, informa Frydman.

Pero, en la charla se detiene y reflexiona: “Está bueno que lo de la lactancia materna no se piense durante una semana, pero en esta semana nos dedicamos a difundirlo con más fuerza”, manifiesta.

Dentro del Hospital en el que el Dr trabaja se realizan distintas actividades que, concientizan sobre el tema: “En el nosocomio de Moreno hay un comité de lactancia integrado por puericultoras, que son las que trabajan en el acompañamiento a las mujeres, personas que amamantan y sus familias, para facilitar información, herramientas y sostén desde la gestación, durante el puerperio y en los primeros años de la crianza de los niños y las niñas. No es lo mismo un chico que nace con tres kilos y toma teta al ratito, que uno que, por diversas circunstancias, o uno prematuro, requiere un peso y una edad gestacional”.

Familiares que participaron en el taller de lactancia para acompañantes

Frydman comenta que en el nosocomio del Hospital Mariano y Luciano de la Vega se trabaja en términos de succión. Da a entender que la lactancia no es para todos los bebés igual. Como explica arriba. Hay algunos que nacen con menos de un kilo.

Respecto de la comisión y el trabajo, suma: “Propusimos talleres con una finalidad participativa, en donde combinamos información científica y dimos lugar a que las familias expresen sus sentimientos con respecto a la lactancia. Hubo una abuela que escribió una carta muy emotiva. Todo esto se trabaja con un grupo interdisciplinario: Hay obstetras y trabajadoras sociales, porque justamente se toma en cuenta los factores biológicos y sociales de cada mamá”.

Y acá enfatiza: “Este año desde el hospital se descubrió que muchas de estas dificultades se dan por el frenillo corto. Es decir, uno ve que el bebé no estira bien su lengua y su punta, en vez de ser puntiaguda, termina con una forma hacia dentro, como con forma de corazón. Eso genera dificultad al momento de amamantar y, con el servicio de cirugía maxilofacial, se trabaja para reparar el frenillo”, explica. La cirugía es menor, y se trata de agilizar la lengua para que la persona recién nacida pueda succionar.

Respecto de la información que se tiene de la lactancia, el médico destaca que realizó talleres en el hospital, en el cual no sólo se enfocan en el protagonista: “Tiene que haber un medio ecológico favorable a la lactancia. Es en este sentido que convocamos a los padres, abuelas y tías. La idea central es compartir información, porque muchas personas saben que ayuda al sistema inmune, pero no saben bien de qué se trata el sistema inmune”.

De este modo, repasa: “El sistema inmune se trata de lo siguiente”, y lo relata en segunda persona: “Vos te enfermás de algo y después no te enfermás más porque tu cuerpo genera defensas hacia ese virus o hacia esa bacteria o, el otro método de inmunidad activa es mediante una vacuna. Te doy una porción de virus atenuado que no te van a enfermar y el día que te juntes con ese virus no te va a pasar nada”, grafica.

En neonatólogo, continúa: “Con la lactancia se da la inmunidad pasiva. Los anticuerpos que formó la mamá a lo largo de su vida van con la leche y terminan en el bebé. Al llegar al intestino del bebé disminuye la posibilidad de que tengan la famosa diarrea de verano que termina deshidratando a los chicos o, las bronquiolitis”.

En este sentido indica que “un factor protector es la lactancia materna”. También puede prevenir la obesidad. “Si el bebé tiene un mes de vida y se da un gran apego a la teta de la madre, se disminuye la ansiedad, que es la madre de muchos problemas de adicciones”, sostiene. Son enfermedades y así hay que pensarlas, deja entrever. Su modelo es la prevención y concientización.

“Hay que buscar una lactancia segura”, agrega. Y sigue: “Con respecto a las medicaciones que toma la mamá hay una página que es https://www.e-lactancia.org/ y ahí vemos qué medicamento es seguro o no seguro para dar el pecho. En el caso de que por una cuestión transitoria la mamá tenga que suspender el amamantamiento, la mamá puede sacarse leche de forma manual o industrial para que no se corte el alimento leche materna”.

El Dr Frydman narra que en la leche materna hay oxitocina, una hormona que favorece al apego. También recomienda que, si la mamá tiene un exceso de leche, por más que le esté dando, hay que evitar infección en el pecho, en este sentido es que la leche que se puede dejar en el freezer para no recurrir a leche maternizada o leche de vaca. Un tercero puede alimentar al recién nacido.

Por último, el neonatólogo y psiquiatra, divulga: “Sabemos que si la madre toma cocaína eso termina yendo al bebé en la leche, pero la marihuana, por más que no sea tomada como una adicción severa, provoca retardo en el desarrollo del bebé. Y la característica que esta droga tiene es que se aferra al tejido graso de la mamá y queda como una especie de reserva que sigue circulando en sangre y pasa a la formación de la leche materna, y eso puede llegar ser peligroso para el bebé”.   “Amamantar de forma segura, es prolongar la vida”, finaliza.

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