Nuestro querido vecino y colaborador de 25 se Informa nos acerca una breve anécdota sobre el piloto local fallecido que supo correr con los autos de origen galo y, además, destaca la grandeza humana del apellido de la familia chivilcoyana que dejó una huella en la historia de nuestro automovilismo
Grandes personas los Satriano. Cuando trabajé en la agencia local de Citroën participamos varios años de dicha categoría.
Ahí, como pilotos, estaban nuestro querido y recordado Pedrito Huerga y luego Juan José Diaz. Ambos fallecidos, lamentablemente.
El tema en cuestión es que fuimos a pedir sugerencias a Chivilcoy. Los Satriano nos atendieron de maravillas, nos dieron consejos para la preparación. Lo hicieron sin celos y sin conocernos.
Luego, en las carreras, último año que Emilio participó y ganó de punta a punta el campeonato, con el único 2cv que quedaba, nos daban apoyo gratis y nos prestaban repuestos y demás cosas; a pesar de que los demás participantes, todos de capital y gran bs.as, hablaban muy mal de ellos.
Nos habían dicho que ni fuéramos “que el chancho Satriano es jodido y no le da bola a nadie”. Creo que era bronca por ser del interior. Esa cosa entre porteños y el otro lado de la General Paz que nadie entiende hasta ahora.
Pero, los Satriano los re cagaron a baile siempre. Así nomás, bien en criollo.
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