Lo hizo la justicia. Se lo investiga por presunto intento de violación a su exsecretaria privada. La jueza dictó un embargo de $1.500.000 para el intendente de La Matanza y la prohibición de acercarse a la denunciante.
Fernando Espinoza aparece cada vez más comprometido en la causa donde se lo investiga por presunto intento de violación a su exsecretaria privada. La jueza María Galletti procesó al intendente de La Matanza por abuso sexual simple en concurso real con desobediencia.
Además, la magistrada a cargo del Juzgado Nacional en la Criminal y Correccional N°31 le impuso a Espinoza un embargo por $1.500.000 y la prohibición de acercamiento y todo contacto.
La causa se había iniciado en Capital Federal y luego de unos meses se cerró. A finales de 2022 la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó reabrirla argumentando que existe mérito para investigar los hechos denunciados.
En ese contexto, la denunciante Melody Rakauskas ratificó sus dichos y, además, acusó a su expareja de ser el nexo con Espinoza. Luego de eso, la mujer se fue del país por temor a represalias.
Ahora, la decisión de la jueza Galletti considera que el intendente del distrito más poblado del país es “prima facie” responsable del delito de abuso sexual a raíz de analizar testimonios y audios que tienen como epicentro la noche del 10 de mayo de 2021.
La magistrada toma esa decisión semanas después de tomarle indagatoria a Espinoza, quien se remitió al descargo por escrito que presentaría a través de su defensa e indicó en ese sentido que no respondería preguntas del tribunal. En su descargo escrito presentado el 30 de abril último, el imputado negó haber cometido algún delito.
la exsecretaria detalló en su denuncia que, a los pocos días de ser contratada, Espinoza le dijo que debía ir a su casa y que ella aceptó luego que su novio -allegado al intendente- “le explicara” que era algo habitual en ese ámbito.
Fue en un tercer encuentro a instancias de Espinoza, esta vez en casa de la denunciante, donde el intendente le pidió masajes aduciendo dolores cervicales. “No tengas miedo, dale”, le decía mientras se desabotonaba la camisa. “No seas boluda. Las mujeres de mis amigos tienen bigotes”, dijo, según consta en el expediente judicial al que tuvo acceso
La denunciante relata que accede a hacerle algunos masajes buscando que el momento pase lo antes posible. Él se molesta, se saca la camisa y se afloja el cinturón. La vuelve a tomar de las muñecas y la increpa: “¿me vas a hacer masajes sí o no?”.