Rocío Lago, novelista veinticinqueña, presentó su obra “Doce calzones” en la Feria del Libro

La autora estuvo en la edición 2023 de la Feria Internacional del Libro. Allí, junto a la editorial Larria, quien publicó su maravillosa primera obra, habló ante lectores. Adelanta que su novela está en ese lugar producto del “trabajo y el esfuerzo” y recomienda “escribir”

Rocío Lago, quien el año pasado publicó su primera novela llamada “12 calzones” , dijo “presente” en la edición 2023 de la Feria Internacional del Libro:“Estar a través del libro en la feria es algo hermoso, fui hace un par de semanas a recorrerla y ví la novela en el stand, entre cientos de stands y miles de libros. De alguna manera sentí que estaba donde tenía que estar, con los suyos. Eso, pensándolo en términos de autora y texto, nos pone a una distancia óptima”, enfatizó.

Su escrito, que recomendamos leer, habla de del amor romántico. Ahí podemos profundizar en el absurdo, la humillación y el humor como lugar para resistir e interpretar la existencia.

Con respecto a su libro en el evento, manifestó que se trata “claramente” de un efecto editorial. “Sí me preguntás sí la novela se publicó para estar en la feria del libro, la respuesta es no. Que esté ahí es el producto de un esfuerzo, pero fundamentalmente de un deseo, sostenidos ambos, por las editoriales, sobre todo las editoriales independientes, chicas, que aplican a una convocatoria de selección para ganarse un lugarcito pensado específicamente para ellas. Entonces sí, vino por añadidura, y a eso hay que acompañarlo, nos ayuda a todos, así que allá fuimos.”

“Fue bien recepcionada desde el inicio, eso estuvo muy bien. Las personas cercanas enseguida compraron, leyeron, compartieron, hicieron que circule.”, declara Rocío.

Y hace hincapié en lo siguiente: “Hay algo muy llamativo que son los lectores anónimos, gente que te hace llegar unas palabras por redes sociales, leí tu libro, me gustó, me reí, qué porquería, estos últimos no te lo dicen, pero cuento con que existen. Todo eso en la inmediatez. En el otro registro del tiempo, por fuera de la saturada novedad editorial, sabremos igualmente por los lectores, pero ya en otro contexto, me refiero al que encuentre la novela en las estanterías de alguna librería del país y abra, se interese, se la lleve a su casa. Eso también está pasando. Ojalá siga”.

¿La feria del libro es el lugar de la literatura? ¿Hay otro?

“Aunque no deja de ser un punto de acceso a los libros, no a la literatura, pero a los libros. Me llamó la atención este año la gran cantidad de stands de literatura infanto juvenil y la cantidad de pibes que había, eso está bueno.”, dice.

La escritora, en este sentido, resalta que “por lo general, en las librerías, tenés un rinconcito con un par de libros para esa población entre una marea de mesas de novedades para adultos, desde esa perspectiva la feria está buena. Ves familias, grupos de amigos, ahí se convierte en un acontecimiento”.

“Hay otros lugares, por supuesto, por las redes sociales uno está al tanto de mucha movida de clubes o talleres de lectura, algunas librerías también convocan a leer en grupo. Te digo esto siempre pensando en el acceso a la literatura. Después, están, estamos, los ratones de biblioteca, y no es cierto que los pibes no leen. Me atrevería a decir que nos es más difícil a los adultos en estos tiempos”, añade Rocio, quien nos adelanta que actualmente se encuentra trabajando en volumen de cuentos.

“Hace algún tiempo ya, el cuento tiene otro laburo, quizá para mí más complejo que la novela, es otro tiempo de escritura y de corrección. Ni hablar de trabajar en el orden de los cuentos, cuál primero, cuales sí, cuáles no, armarle una lógica al conjunto más allá de la propia de cada cuento”, diferencia.

Además, Rocío recomienda que las personas “lean y sigan escribiendo y que hagan talleres de escritura”.

Por otra parte, dice que no piensa su obra desde una autobiografía, algo que sella Miller cuando vamos a su Trópico de Cáncer. “No la pensé así, pero son los riesgos de la primera persona, y como cada lectura es singular, no te contradigo. La autora no tiene tantos calzones, debería comprarme más”, termina.

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