Salud mental: Los jugadores librados a su suerte

Este breve ensayo o nota de opinión es para leer por completo. El periodista veinticinqueño Bautista Alayón Modini se mete de lleno en el mundo de la salud mental en el deporte, precisamente en el fútbol. “La suma de la presión constante que les exige el deporte de alto rendimiento y un mal pasar personal (que desde el lado de los hinchas nunca vemos) crean un cóctel que muchas veces termina mal”, dice en una parte de su nota.

(Por Bautista Alayón Modini)

La salud mental es algo tomado todavía como un tabú dentro de la sociedad, no se habla ni se discute, las enfermedades mentales son causales de exclusión de la vida diaria. El ir a un psicólogo es visto por gran parte de los ciudadanos como una actividad para ‘’locos’’. Pero existe una realidad, en estos años en los que nos acostumbramos a la palabra pandemia y entendimos lo riesgoso de que una enfermedad se propague por todo el mundo, no somos capaces de entender que existe una pandemia muchísimo más peligrosa que el COVID-19. La depresión no tiene síntomas externos, es silenciosa, ataque donde nadie lo ve y donde todos pensamos que tenemos control, la mente.

Podríamos pensar que con el avance de la tecnología y la ciencia entenderíamos muchísimo más sobre cómo funciona el cerebro humano, pero no es así. Más bien todo lo contrario, agravado por la continua exposición a las críticas en las redes sociales y por la sobre información a la que nos expone la globalización, el estrés exponencial al que se somete a los individuos para llegar a un estándar de vida sumamente pretencioso.

Fama, dinero, lujos, autos exóticos, mansiones, poder, movimiento de masas y los flashes de las cámaras. Todo esto es lo que se nos inculca como el ‘’éxito’’ en la vida y es precisamente todo esto lo que obtiene un jugador de fútbol una vez llegado a la elite. Pero, ¿Qué sacrificios se deben hacer para llegar a ese estilo de vida? Y ¿Qué repercusión tiene en la mente del individuo el saber que el camino hacia el ‘’éxito’’ se desvía y que muy probablemente no lo alcance?

Según la estadística de cada cien chicos que se desempeñan en las Divisiones Inferiores de los clubes de AFA, solo entre uno y tres llegan a ser profesionales. Esto significa un gran golpe en la vida para una persona que soñó desde pequeño con llegar a jugar en la primera división de un país. En 2021, la FIFA lanzó la campaña ReachOut. Según datos obtenidos de FIFPRO, el sindicato internacional de futbolistas profesionales, el 23% de los jugadores en actividad sufre trastornos del sueño, el 9% padece depresión y otro 7% sufre ansiedad.

En el fútbol argentino no es tan usual encontrar clubes que empleen psicólogos. De los 24 clubes que participaron de la Copa Diego Maradona 2020, solo cinco (Boca, River, Vélez, Patronato y Talleres) contaban con un psicólogo deportivo a cargo del plantel profesional.

Existen casos en los que la vida del futbolista profesional parece ser la deseada por los que no pudieron llegar y se le otorga un status de privilegiados. Sin embargo, la suma de la presión constante que les exige el deporte de alto rendimiento y un mal pasar personal (que desde el lado de los hinchas nunca vemos) crean un cóctel que muchas veces termina mal.

El caso más reciente y que consterno a todo el fútbol nacional fue el protagonizado por Santiago ‘’El Morro’’ García. Quien decidió quitarse la vida en su departamento debido a una depresión que arrastraba desde la pandemia, su situación profesional no era la mejor y su situación personal mucho menos. El aislamiento no le permitía ver a su hija en el país vecino Uruguay y desde Godoy Cruz (equipo del que formaba parte) las críticas no cesaban. El propio presidente del club lo critico más de una vez sabiendo que su salud mental no era la adecuada.

Santiago Garcia of Godoy Cruz celebrates after scoring the fifth goal of his team during a match between San Lorenzo and Godoy Cruz as part of Argentine Superliga 2017/18 at Pedro Bidegain Stadium on April 8, 2018 in Buenos Aires, Argentina. (Photo by Marcelo Endelli/Getty Images)

El destrato por parte de los clubes es normal, por ejemplo, Ezequiel Muth en diálogo con el portal digital de TyC Sports declaro lo siguiente referido a quedar libre de River Plate “Me enteré por WhatsApp, aunque ya me lo veía venir porque había decidido probar suerte en otro club. Hasta febrero del año siguiente no me dieron el pase”. Lo curioso es que Muth recurrió a la red social Twitter para publicar su trayectoria como jugador para poder encontrar un equipo.

‘’No quería que tanto esfuerzo sea en vano y por eso recurrí a Twitter, fue la última opción que tuve. Me dio mucha vergüenza, sentí que toqué fondo’’

Poco a poco los clubes argentinos comprenden la importancia de la salud mental de los jugadores y lo que puede significar que de un día para otro sus sueños de toda la vida se vean derrumbados. El trabajo en categorías inferiores es clave, esto lo entendieron clubes como Lanús y Banfield.

Hugo Donato, Coordinador de las Divisiones Inferiores del Taladro le dijo a TyC Sports.

‘’Mientras nosotros estemos en la institución formando jugadores también formamos personas. Para nosotros es lo principal la persona y después el jugador. A los chicos de la pensión se les ofrece el colegio, pero si notamos irregularidades en notas bajas en diferentes materias lo sancionamos no jugando los fines de semana.’’

Medidas como esta son esenciales para la formación de los jugadores, que el quedar libres del club no signifique perder todo en la vida. Que exista una formación escolar y tengan la posibilidad de contar con salida laboral puede suavizar el impacto de una noticia tan negativa en su vida.

Marcelo Roffé, Director del Departamento de Psicología Deportiva del club Lanús comenta al respecto de esta situación.

‘’Antes los jugadores empezaban a prepararse muy cerca de la fecha del retiro o cuando ya habían dejado y hoy nosotros creemos que hay que hacerlo desde que son juveniles porque tienen que desarrollar otras zonas de interés y darle importancia a un oficio y al estudio ya que de cada cien van a llegar 2, 4 o 5 como mucho’’.

Es clave que entendamos que los jugadores de fútbol son personas con problemas como todos, con sueños y metas en la vida. No son robots carentes de sentimientos que podemos ignorar, la salud mental debe ser un punto a reforzar desde las políticas de los clubes. Comprender que el bienestar mental de los futbolistas juega un papel fundamental dentro del terreno de juego y a la hora de afrontar la vida cuando dentro de la cancha las cosas no son las esperadas.


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