Lobo Zunino: “Llega un momento en que la cámara se convierte en tu forma de observar la vida misma”

Andrés Zunino tiene 39 años. Es oriundo de la ciudad de 25 de Mayo. Hace mucho tiempo, ya, que publica fotos en sus redes con el pseudónimo de “Lobo” Zunino. Trascendió fronteras y lleva las imágenes de nuestro distrito a todo el mundo. Las llanuras pampeanas detrás del ojo del fotógrafo. “El Studium es el que estará siempre presente en toda imagen mientras que el punctum es aquello que hace que una fotografía emocione, afecte, y por lo tanto no siempre aparece”, fundó el filósofo Roland Barthes. Nuestro vecino, hace ésto

El comunicador, porque así nos gusta definirlo, empezó en la radio. Otro lenguaje, pero la con la necesidad de decir algo: “Comencé cerca de los 17 años siendo movilero en Fm Pz con Adriana Canullán y operador técnico en Fm Mil. Ya por esa época había creado la web de la radio y publicaba noticias a través de facebook. También tuve un programa de radio llamado Malas Compañías que se emitía los días sábados en la Pz”, relata el “lobo”. Quien además hizo las veces de goleador en su querido Club Sportivo.

Los años pasaron. Un nuevo producto, una nueva producción, un equipo.  Cerca del año 2003 y junto a un proyecto diseñado por Luciano Moro, nace La Clave en Fm Pz, un programa de radio que se emitía de lunes a viernes. “Comencé con una hora y gracias a la buena repercusión terminó emitiéndose con tres horas diarias con un total de 3506 ediciones”, narra.

Luego de La Clave, inició un nuevo proyecto mediante la era informativa digital y por cuestiones de tiempo decidió pausar el programa de radio hasta que algún día pueda retomarlo. Andrés se ve poniendo nuevamente el lenguaje voz. Marcó un hito su programa.

En este sentido, respecto a su primer gran amor en el campo de la comunicación, manifiesta que siempre sigue vinculado a la radio, “pero por momentos se extraña la conducción y el día a día que tenía con los oyentes. La radio tiene esa magia que no se olvida de un día para otro”, evoca y siente.

FOTO

Respecto de la fotografía, comenzó en el año 2001 cuando trabajaba en Miau Disco “con una pequeña cámara sony de 7,2 megapixeles, retrataba las bandas de rock que llegaban a la ciudad. Desde ese día pude ahorrar para comprar equipos más sofisticados y comenzar así con cursos y estudios que me sirvieran para transformar ese ocio, en un trabajo”, adelanta el lobo.

La fotografía es un estilo de vida. Es plasmar lo que mis ojos observan y capturarlo para siempre. Una mirada, un momento, un arte realmente maravilloso”, define sin problemas y claramente.

Respecto de los estilos que logra con su cámara comenta que principalmente trabaja estos ejes: “fotografía de paisajes, pero también incursiono en la fotografía social (bebés, niños, quinceañeras, eventos masivos, etc.)”.

Pero todo no es talento, sino una gran cuota de trabajo: “Implica proyección, planificación, estudio del tiempo y espacio. Están las fotos casuales y aquellas que se buscan. Una vez realizadas, algunas necesitan un procesado digital y otras no necesitan de retoques”, explica.

Quien cuenta algo, sea a través del soporte que sea, lo hace teniendo en cuenta que hay un interlocutor. Andrés ilustra que el público al que llega lo hace sentir “realmente feliz, porque nunca pensé que una foto pueda llegar a tener más de mil likes en un día, leer tantos comentarios maravillosos en las redes y que tus fotografías recorran el país… eso no tiene precio. Encontrarte con vecinos y que te frenen para felicitarte, no hace más que alentarte a seguir creciendo cada día.”

Comunicar y ser, esa es la cuestión. Los lenguajes se entrecruzan. El “lobo” ve una similitud entre anunciar en radio o a través de unas fotos: “En partes puede ser la comunicación misma, porque en ambos casos se cuenta una historia, un momento, un hecho. Claro sí, tienen algo en común”, enfatiza.

Además, envía un mensaje para toda persona que quiera iniciarse en el campo visual en donde el ojo es el artefacto madre: “Principalmente que entiendan que no es algo sencillo, que requiere de estudio y sobre todo mucha práctica. Que lean, investiguen, consulten. Es un arte complejo, pero llega un momento en que la cámara se convierte en tu forma de observar la vida misma. Un “mundo” maravilloso por descubrir a través de la luz”.

Por último, nuestro amigo “Lobo”, porque en el pueblo nos conocemos todos y hacemos amigos, deja este mensaje:

“Para finalizar esta entrevista, primero quiero agradecerles por la buena onda y por permitirme contar un poco de todo aquello que me apasiona. Sigamos comunicando en todas sus formas y sigamos mostrando nuestro arte. Podemos hacer felices a muchas personas a través de una “simple” fotografía”.

Gracias, Andrés Ignacio

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