Carta de Federación Agraria Argentina. “Que todos los candidatos se den cuenta de que queremos ser sus aliados, porque con nuestro trabajo queremos ayudar a poner de pie este país, a sacar a tantos argentinos de la pobreza”, dice el Presidente de la entidad en un fragmento.
Por Carlos Achetoni (*)
Este año fue dificilísimo para los pequeños y medianos productores. La seca, las granizadas o las heladas desnudaron y profundizaron enormes carencias y necesidades que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo. Le pedimos de todas las maneras posibles a la política que nos ayudara. A los funcionarios nacionales y provinciales, que comprometieron ayudas que no se cumplieron del todo, o lo hicieron tarde o mal. A los legisladores, que nos recibieron y aceptaron nuestros planteos pero sólo sesionaron para tratar los temas de su interés. Este 2023 parece una gran pausa. Que pareciera se destrabó un poco luego de la definición de los precandidatos para las próximas elecciones, cuando ahí si, comenzaron las promesas, las fotos, las campañas y los buenos deseos de un oficialismo que al momento no hizo nada por ayudarnos, y de una oposición que se mostró anestesiada hasta ahora.
Como entidad, hemos esperado que definieran las precandidaturas para hablar con quienes aspiran a conducir los destinos de la Argentina. Volveremos a pedir reunirnos para hablar con los representantes de todas las fuerzas, con la convicción de que es el camino a transitar. Con todos hemos hablado y conocen nuestros problemas y necesidades, pero esperamos y confiamos que esta nueva etapa inicie con una escucha distinta, con la disposición a resolver tantas dificultades que azotan al interior productivo.
Ahora es un tiempo difícil para los productores. Porque desde la desazón de saber cómo nos han dado la espalda, los interlocutores siguen siendo los mismos, que renuevan sus promesas, en el marco de una campaña en la que muchos parecen solo querer juntar fotos, mostrarse abiertos y disponibles, sin que eso redunde en compromisos reales.
Pero como entidad democrática, federal; con nuestra historia y banderas bien altas, estamos convencidos de que el diálogo es la herramienta para lograr todo lo que necesitamos. Son muchos meses los que restan para la elección general, y aún más los que faltan para que asuma el nuevo gobierno, durante los cuales esperamos los problemas no sigan profundizándose. La economía se deteriora a diario, la inflación nos azota, los tipos de cambio se multiplican y las versiones de que podrían tomarse nuevas medidas que ya fracasaron en el pasado, ruedan a cada rato. Así que el desafío no es fácil.
Se trata de volver a confiar en quienes nos sonrieron y nos dieron la razón; pero tomaron decisiones que nos perjudicaron. O en quienes nos recibieron diciendo que iban a hacer lo que necesitábamos, pero a medida que se sienten más cerca del poder, parecen ya no estar tan convencidos de querer impulsar tan rápido las medidas que necesitamos.
Alguien dijo alguna vez, es difícil, pero somos productores agropecuarios. Muchas veces hemos tenido reveses y nos hemos levantado y vuelto a sembrar al otro día, o a apostar a la ganadería, pese a los gobiernos. Esperamos que esta vez sea diferente.
Que todos los candidatos se den cuenta de que queremos ser sus aliados, porque con nuestro trabajo queremos ayudar a poner de pie este país, a sacar a tantos argentinos de la pobreza, a aportar trabajo genuino. Si nos sacan el pie de encima y nos dan oportunidades, estamos listos para hacerlo.
En lo personal, espero que todos los candidatos transiten una campaña de más compromiso, amor por el prójimo y empatía. Que puedan abrir sus corazones y por una vez, pensar más en lo que necesitan los argentinos que les hablan y depositan en ellos su confianza, que en los likes, las fotos o las redes sociales. Porque sin confianza, todo lo demás es una cáscara hueca, un hacer de cuenta que les importa, pero en verdad no les interesa nada. Confío en que entre todos podamos escucharnos, hacer escuchar a los candidatos nuestras necesidades y volver a transitar caminos de normalidad, confianza y soluciones, para poder avanzar hacia el futuro que todos soñamos, que nos incluya, nos contenga y nos permita pensar en una vida mejor, para todos quienes habitamos este bendito suelo argentino. Todo esto no es una utopía; es perfectamente realizable en un país como el nuestro, con diversidad de suelos, clima y geografía, con productores decididos a seguir produciendo cada día más y un pueblo decidido a salir adelante.
(*) Presidente de Federación Agraria Argentina
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