Son 219 los casos en lo que va del año. Autoridades sanitarias emitieron un comunicado con sugerencias para prevenir contagios.
El Ministerio de Salud bonaerense informó que en lo que va del año se detectaron 219 casos de triquinosis en la provincia de Buenos Aires. El brote más importante se originó en la fábrica de chacinados de Agroindustria Los Andrés S.R.L. de Salliqueló, que ocasionó 187 contagios
En ese marco, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió una serie de recomendaciones y pautas para prevenir casos.
El organismo detalló que los contagios de triquinosis se pueden dar “al consumir carne insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres -como jabalíes o pumas- que contienen en sus músculos larvas del parásito”. “Para las personas, la principal fuente de infección de esta enfermedad es el consumo de carne de cerdos domésticos, aunque también puede producirse por el consumo de otras especies (como el jabalí, el puma u otros animales silvestres)”, completó el Senasa.
A su vez, las autoridades señalaron que es “fundamental” que quienes se dediquen a la cría de cerdos mantengan los establecimientos “en las condiciones higiénicas adecuadas” y a los animales con “una correcta alimentación”. “Cabe destacar que la triquinosis no se contagia de porcino a porcino, sino que el animal puede contraer la enfermedad a través de lo que come. Por este motivo, es esencial mantener una alimentación segura de estos animales o alimentos derivados”, indicaron.
También señalaron que “es clave controlar y evitar en los establecimientos el ingreso de roedores, ya que pueden contener larvas de trichinella que ingiere el cerdo”. “Como los síntomas de esta parasitosis no son visibles en el animal, es necesario realizar los controles en laboratorios que confirmen la ausencia de la enfermedad”, agregaron.
Desde el Senasa explicaron “un aspecto clave para la prevención de esta zoonosis es la realización de la prueba de digestión artificial”. Y detallaron: “Ya que la enfermedad sólo puede diagnosticarse luego de la faena, este método permite detectar la presencia de trichinella en una muestra de carne, analizada en un laboratorio autorizado. De esta manera, se sabe si la carne que se produce es apta para el consumo”.
El organismo también emitió consejos para los consumidores de productos alimenticios porcinos y derivados que se elaboran con carne cruda. En esa línea, señaló que “se debe tener conocimiento acerca de dónde adquirir los productos, considerando aquellos establecimientos que se encuentren certificados y habilitados para la elaboración de estos alimentos”. “Para ello, quienes consuman alimentos derivados de cerdos o animales silvestres deben tener en cuenta la identificación de los productos a través de la etiqueta, que certifique su origen”, aclaró.
Además, recordó que la carne de cerdo se debe cocinar “hasta que su interior pierda el color rosado, lo cual indica que se alcanzó una temperatura que mata las larvas que transmiten la enfermedad -mayor a 70 grados centígrados durante varios minutos-“.
Desde el Senasa también indicaron que “la prueba diagnóstica es también una pauta para quienes se dedican a actividades cinegéticas, ya que detecta la presencia del parásito”. “En ocasiones, los cazadores elaboran chacinados y/o salazones con carne de puma, jabalí o animales silvestres, por eso, es fundamental determinar a través de la prueba si la carne es apta para el consumo”, señalaron. Y agregaron: “Asimismo, se recomienda que -una vez finalizada la actividad de caza- puedan llevarse las carcasas. Es importante que dispongan de ellas y no las dejen en campo porque pueden convertirse en alimento para otros animales y, de esa manera, recircula la enfermedad”.
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