En esta breve nota Rubén Baldo hace un recorrido sagaz por las diferentes épocas de la Fórmula 1. Desde Gálvez hasta la actualidad. Toma en cuenta no solamente autos, sino pilotos y de qué manera se vendía la categoría al mundo. “¿Cuál es mejor?”
(Por Rubén Baldo)
En el año 1950 la F1 corre su primer campeonato. Hasta ese momento se disputaban carreras sin otorgar puntos.
En el año 1949, un argentino gana una carrera que se realiza en las calles del barrio de Palermo, ese gran piloto era Oscar A Gálvez, conducía un Alfa Romeo. Tuvo la particularidad de ser el primer F1 con publicidad (Cerveza Quilmes). Emociona escuchar a Oscar. Contaba que podía seguirles el ritmo a: Ascari, Villoresi, Farina, etc, y que de inmediato pensó: voy junto con ellos, no son tan buenos.
Por entonces, Alfa era Alfa, Maserati era Maserati, Ferrari era Ferrari, etc. Había una forma de diseñar autos que no se parecían entre si.
Hasta hace pocos años, vimos: Vanwall, Lotus, BRM, Mc Laren, Tyrrel, Ferrari, Williams, Mercedes Benz, Cooper, Honda, Matra, etc. De esta manera podríamos llegar hasta los días actuales, con algunas marcas que aún se mantienen en la categoría y otras modernas.
Por aquellos años cada equipo pintaba los autos con un color que los identificaba, los diseños eran todos diferentes.
En la década del 70 llega la publicidad, esta costumbre no se perdió y se mantuvieron los diseños y colores de los autos. Los pilotos usaban cascos con un diseño que los identificaba y se conservaba con el transcurrir del tiempo. Por ejemplo, viendo una carrera, venían los dos Tyrrel, sus pilotos eran Depailler y Peterson, veías de lejos un casco azul con visera amarilla, no había dudas; era Peterson. Es decir, había llegado Bernie Ecclestone y la Fórmula 1, se hacía más masiva, encariñaba más.
Era normal ver sobrepasos y carreras inolvidables, por ejemplo, la victoria de Fangio en Nurburgring, Clark en Monza, Surtees campeón en 1964, haciéndole un corte de mangas a Enzo Ferrari tras pasarse a Honda. Monza 1971 ganada por Peter Gethin con un BRM y llegan cinco autos encerrados en 61/100; Froilán Gónzalez haciendo ganar a Ferrari por primera vez en Silverstone en el año 1951. Nunca se olvidará la primera vuelta de Senna en Donington, esa vez superó cuatro autos en la primera vuelta con piso mojado, cuando Hakinen superó a Schumacher bajo la lluvia en Spa, o cuando nuestro Reutemann en Brands Hatch lo pasó a Lauda. En fin, se podrían llenar muchas hojas con estas vivencias del pasado sobre una categoría que apasiona.
La Fórmula 1 actual no tiene maniobras virtuosas, para superarse accionan el DRS (flap en el alerón trasero que puede abrirse para reducir la resistencia. Un botón en el volante activa el sistema) y con 20/25 km/ph lo hacen con mucha facilidad; no hay ídolos, los autos son todos iguales, Bernie Ecclestone ya no está más y los cascos no se distinguen. Aún se mantiene la publicidad y sin ésta sería muy difícil distinguir cuál es cada auto. Asimismo, el ruido de los motores no es lindo. Cómo olvidar los V8, V10, 16 en H o al inolvidable matra V12.
No se puede detener el “progreso”, haría falta ver en la grilla de largada a émulos de Fangio, Ascari, Moss, Clark, Hill, Stewart, Senna, Schumacher, etc.
Como esto es imposible, por el momento, tenemos que conformarnos con una F1 que no entrega lindas carreras.
Pero, de todas maneras, pregunto: ¿Cuál es mejor?
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