Con esta práctica, las personas que durmieron pocas horas y no descansaron lo suficiente podrán recargar energías para continuar su rutina.
Por salidas nocturnas durante la semana, cuestiones laborales, de estudio, insomnio, problemas familiares u otras cuestiones, muchas personas suelen dormir pocas horas durante la noche y no llegan a descansar lo suficiente para realizar sus actividades diarias.
A pesar del cansancio físico y cognitivo, la mayoría debe seguir con su rutina de forma habitual. Para estos casos, existe un truco poco conocido que puede ayudar a recuperar la energía para terminar el día sin sentirse desfallecer.
¿Cómo recuperarse de una noche de insomnio?
El estudio “Los efectos de la privación del sueño, la hipoxia aguda y el ejercicio sobre el rendimiento cognitivo” realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Portsmouth develó cómo se puede recuperar la energía a pesar de no haber descansado lo suficiente.
Los expertos han descubierto que con solo 20 minutos de actividad física en una bicicleta estática las personas con privación del sueño total o parcial pueden mejorar sus funciones cerebrales.
Además, los científicos aseguraron que dicho método funciona en condiciones normales como en casos de hipoxia (ausencia de oxígeno suficiente en los tejidos), que suele ser recurrente en montañistas.
Los efectos de la falta de sueño adecuado
Investigaciones previas han indicado que la actividad física no solo mejora la función cognitiva, la memoria, la eficiencia y la atención, sino que también actúa como una medida preventiva contra el deterioro cognitivo, explicó el portal Hipertextual.
Además, al aumentar los niveles de serotonina, contribuye positivamente al estado de ánimo, pero la falta de sueño afecta a todos estas actividades. Por ello, los científicos exploraron la posibilidad de utilizar el ejercicio como estrategia.
El estudio sobre cómo recuperar la energía tras una noche de insomnio
Para investigar, reclutaron a 24 voluntarios y los dividieron en dos grupos. El primero experimentó tres noches de privación parcial de sueño, mientras que el segundo tuvo solo una noche, pero con privación total y en condiciones de hipoxia, simulando altitudes elevadas.
Al finalizar esta fase, evaluaron su rendimiento cognitivo en reposo y después de andar en una bicicleta. Los resultados de las pruebas cognitivas mejoraron significativamente con el ejercicio físico, respaldando la hipótesis inicial del estudio.
Los expertos aclararon que “aún es necesario dilucidar los determinantes claves o mecanismos responsables de la mejora” que genera este tipo de ejercicio.