La escritora Sandra Serrat lo publicó en sus redes. Un viaje onírico plasmado en versos.
Observé en un sueño, un santuario donde las afortunadas mujeres que habían encontrado el amor ofrecían sus amarres al demonio en manuscritos arrojados al fuego quizá para no perder al ser amado. Una vez que se alejaron, pude acercarme al altar. Observé las cenizas, soplé para reavivar el fuego, miré al cielo, lo vi cubierto de estrellas y mencioné tu nombre en el momento exacto en el que una estrella se dejó caer.
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