Juan Manuel Cicaré, hijo del gran Augusto “Princho” Cicaré, nos concedió de manera muy amable una entrevista tras el primer premio en el festival AirVenture Oshkosh, que organizó la Experimental Aircraft Association (EAA) en Estados Unidos. El jurado galardonó al modelo Cicaré 8 en las categorías de Diseño, Innovación, Calidad Constructiva y Seguridad.
(Por Leo Baldo/ Edición: Sandra Serrat)
Juan Manuel Cicaré, sin embargo, nos cuenta otra historia respecto del premio: “eso significa que está validando toda la trayectoria y los años de trabajo, digamos, de Augusto “Pirincho” Cicaré (su padre” para lograr un producto que va acorde a ese segmento en el mercado americano”, dice desde el otro lado del teléfono, quien, con 43 años, sigue metiéndole para adelante como le enseñó su viejo.
La nave cuenta “una nueva motorización, que es el motor Rotax 915, que tiene 141 HP y le da la potencia acorde a una aeronave de esas características”, relata.
Y agrega que “Pirincho” Cicaré “arrancó con esta motorización, digamos, para poder ponerlo” a volar. Porque a los Cicaré si algo los destaca es que el sueño se pone en práctica.
Relata que su padre arrancó con este nuevo modelo en “el 2020 y hasta los últimos días de su vida, o sea, vamos a decir casi a finales del 21, porque en el 22 ya estaba muy enfermo, que falleció, pero fueron dos años de muchísimo esfuerzo”.
“Entonces el 2020 y el 2021 fue un trabajo muy arduo para él, junto con, obviamente, el equipo Cicaré, la ingeniería, los técnicos, para poder poner y colocar ese motor a la mejor aeronave del momento, que es biplaza, de lado a lado, que es el Cicaré 8”, añade. Lo dice con mucha alegría y paz.
Por otra parte manifiesta que su padre ya había estado en el año 90 con su madre, “habían estado los dos allá, con Isabel, por primera vez en Oshkosh , presentando su Cicaré 6.”
Y describe que “el Cicaré 6, el 6H6 lo que tenía era monoplaza, sin cabina, una estructura, digamos, unos cuantos fierros con un motor, dos tiempos, pero lo que tenía de atractivo, y que eso revolucionó mucho después del mercado, fue el tema de la invención, la patente del sistema de comandos, inédita hasta ese momento, por eso obtuvo una patente”.
“Y lo presentó allá, por primera vez, tras pasar varios años”, relata. Planifique apasionadamente, apueste al lado al tiempo, diagrame nuevamente si es necesario y llévelo a cabo podría ser el slogan de los Cicaré.
Y así volvieron a estar allá como Cicaré S.A. “Sí. Como la empresa que está desde hace ya 20 años”, expresa Juan Manuel.
En ese entonces se había ido también después con un monoplaza, “pero es la primera vez que se presenta esto, un biplaza ultraligero experimental en ese segmento”, narra.
El helicóptero para los americanos
Juan Manuel, muy observador del mercado aeronáutico, dice que el modelo presentado desde la firma nacida en la ciudad de Saladillo “les gusta a los americanos por esta motorización que te comentaba. Entonces, claro, ahí ganó y sacó el premio en cuanto a diseño, calidad constructiva. Digamos lo que es la fábrica, y es seguridad”.
Y qué diría “Pirincho” ante este premio: “Uff, súper orgulloso, por supuesto. Muy, muy orgulloso, muy contento, porque creo que está viendo, digamos, muchos de los logros de toda su trayectoria, todo lo que fue pasando, y hasta el último momento, hasta donde se metió, todavía sigue dando sus frutos, y nosotros, bueno, obviamente, como podemos, bien o mal, de la mejor manera en que se puede, se sigue el legado, y esto de este año, de haber estado tres veces en Estados Unidos presentando esta máquina, y sacando este premio en el mayor evento mundial de esta categoría, es una cosa tremenda”, y de repente, se queda sin palabras.
Y vuelven a sonar desde la garganta de Juan Manuel: “No, la verdad que no, te quedan cortas las palabras, porque realmente ahí se está premiando a todo el equipo de trabajo, la genialidad del viejo, el esmero nuestro también y poder seguir adelante sin su ausencia, que es dificilísimo”, pero se dice que las almas regresan y pueden estar y alentar. Augusto Cicaré presente. Legado vivo.
Por otra parte, dice que en la empresa trabajan 30 personas, incluido él. Son todas de Saladillo.
Asimismo, hace hincapié en seguir los anhelos: “luchar porque realmente es de donde uno se tiene que agarrar. Después los vaivenes los tenés a la vuelta de la esquina, los vaivenes políticos en el país, en la región, en el mundo entero, pero bueno, no hay que bajar los brazos que es lo que nos enseñó el viejo”.
“Realmente hoy el equipo está bien consolidado y muchos de los que estamos hoy, por más que seamos muy jóvenes, llegamos a disfrutar de trabajar junto con él. Eso, bueno, todavía lo tenemos”, finaliza Juan Manuel Cicaré.
