Relato breve: En el patio no hay ningún loro

La escritora y novelista veinticinqueña, Sandra Serrat, nos comparte este maravilloso relato corto

(Por Sandra Serrat)

En el patio no hay ningún loro

Por fin me fui a vivir sola. Dorita, mi nueva vecina, está convencida de que tengo un loro. Pero no cualquier loro. Un loro que se llama Pedro. No conforme con eso, intenta de forma desmedida convencerme que es verdad.

   Mientras me explica que lo escucha por las tardes, todas las tardes hablarle a Coco (el inquilino anterior), me entero que ella tiene noventa años, que su hijo taxista, al que no ve desde hace más de una década, hoy viene a comer ravioles con salsa boloñesa que ella misma preparó, que Coco (su vecino de toda la vida) sufrió un infarto en el patio de atrás, donde todas las tardes le enseñaba a repetir frases a Pedro, el loro.

   Dorita insiste en que Pedro está en el patio, “seguramente lo soltaron los nietos de Coco, unos maleducados que no respetan a nadie, cuando vinieron a llevarse los muebles”. Mientras duda me observa, hace una pausa y se pregunta en voz alta si al loro lo habré adoptado yo. Me invita a pasar a mi departamento para ir hasta el patio para buscar a Pedro. La detengo. Le digo que no va a ser posible. Y me advierte, mientras se acomoda la dentadura que, como están prohibidos los animales en el edificio, le contó a su hijo el taxista que Pedro, el loro de Coco, todavía está en el patio, entonces, entiendo que el hombre estará de visita en la casa de su madre sólo porque se lo viene a llevar.

   Dorita insiste. Le repito que hoy no va a poder ser. Me mira fijo a través de sus anteojos grandes y me insulta. Una palabra. Una sola. Para luego responsabilizarme por el vínculo que no podrá restablecer con su hijo en el día de hoy, y que, si sabía, no preparaba la boloñesa.

   Lo que Dorita no sabe es que en el patio no hay ningún loro, que hay un perro que se llama Coco y que la voz que escucha todas las tardes no es la de Pedro sino la mía. Pero no se lo digo, ya que, así como están prohibidos los animales en el edificio, seguramente no estarán permitidas aquellas personas que no somos “normales”.

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